La obviedad de su grito.
–¡Josefa! ¡Te van a atropellar!
Escuché claramente. El grito no fue lo que me hizo prestar atención a Josefa, mi atención ya estaba en ella. Porque es de las cosas que las ves, o más bien las hueles a kilómetros de distancia. A partir de entonces comienzas a actuar como si no la hubieras visto (olido). Desde hacía rato que ya estaba ahí parada, caminando en medio de la calle, en sentido contrario al de los coches. Y yo ya había pensado en que era posible que la fueran a dejar, como quien dice: cultivando cempazhuchil citadino. El grito del taquero solo me asentó la idea. Un motociclista se acercó mucho a ella, acelerando un poco, abriendo la boca en un gesto francamente repugnante.
–¡Oraaaa!—Grito a su oído y se alejó a todo gas.
Josefa dio un salto. Josefa siguió caminando. A Josefa la atropelló un carro.
¿Que coños quieres que te diga?
El tiempo no se alargó, el tiempo pasó como siempre. La simplicidad de ese evento lo hizo ver más rápido. Unas luces, que ni siquiera yo había visto. De pronto sonaron unos frenos, por una milésima de segundo. Un ruido seco apagó todo en ese lugar. Por un momento sin importancia, ese incidente congeló al universo. Fueron dos segundos antes de que el ruido volviera a invadir la calle con más fuerza. Ahí corría el taquero. Ahí se bajaba el conductor. Ahí iba uno que comía en la taquería. Ahí me acercaba también yo, como polilla a la vela.
Puedo ver la mirada del taquero. Creo que sé lo que representa. No sabe si siquiera armarla de pedo. Josefa era ese mueble viejo que tienes arrumbado en alguna parte de la casa, el conductor era ese compa que un día lo rompe por accidente. El taquero no sabía qué pensar. Yo tampoco, debo admitirlo, Josefa en mi vida era algo que me podía ahorrar. Suena de la verga, lo sé. Era prescindible, incluso hasta benéfica su omisión total, me podía faltar sin problema su peste nuclear, viviría mejor sin su ser malviajándome cuando llego pacheco a mi casa. La presencia de Josefa era ofensiva, su muerte también, pero ésta, de una manera suficiente para que cuatro personas se permitieran acercarse a la nube venenosa de la tal Josefa.
Ahí hubo una conspiración en silencio. Entre miradas. Primer veredicto: Que se large el conductor, yo no quiero puercos en mi colonia, los conductores no quieren cabrones del seguro jodiéndoles la existencia, y la razón de los puercos nuevamente.
El conductor del carro desapareció.
Segundo veredicto: el wey que está comiendo sus suaperros y se ha dado cuenta de que la pestilencia, el cadaver de la Josefa y ese bocado en el gaznate no se llevan. Que se vaya también.
El taquero se alejó, acariciaba el crucifijo que le colgaba del cuello, lentamente. Como si no hubiera visto nada. Solo pasó un pensamiento por mi cabeza: ¿Quién va a limpiar este desastre? ¿Hay alguna función para este peculiar evento? ¿Algo que decir? ¿A alguien le toca limpiarlo? Yo propongo al ciudadano. A uno católico que le de un entierro católico ya que eso del estado laico no más no se lo cree nadie. Simple as that. Al César lo que es del César, y a los chuyes que mame y mame con el Chuy, les toque por lo menos algo de labor hipócrita para las apariencias.
Ahí quedaba yo, el último de los morbosos. Curiosidad artística, lo juro. Tuve un momento de claridad. Supe, a quien le correspondía la responsabilidad.
Ni de puta madre me encargo yo. ¿Yo? Pacheco, y un espero ¿cadaver? Que huele de la verga. Yo me largo a mi casa antes de que alguien asuma que yo tengo algo que ver, bueno, algo de jedi en el bussiness. Tú sabe. La labor es de aquél que la note lo sucifiente, a la “morra” que olia feo, por lo menos para levantar su cadaver de media calle.
Puede ser que lo encuentre, pienso ahora en el éxtasis poético/mamón. Algo, no me atrevo a decir amor, pero como ya no me importan los pudores, diré AMOR. Nada más parecido al AMOR para Doña Josefa, un AMOR, que gracias a las maravillas que las mentes maquiavélicas y amorales pueden idear, se podrá mantener lo que se dice: Forever.
Puede que ese alguien en realidad no exista o jamás se encuentre con la velada difunta, pero si es así, espero que a él llege este consejo. Mi granito de arena.
Tiempo de la búsqueda idiótica del internet. Aquí hay una sección que le interesaría al conductor, pero se ha ido, ya lo investigará por su cuenta. No ha dejado los datos, claramente. Si está por ahí: mejor cambia de carro, por que eso del fantasma del vago, yo digo que no rifa.
No encuentro nada acerca de limpiar un cadáver embarrado de la calle. Pero si en algún lugar hay algún excéntrico maníaco, ésto podría interesarle (O, gracias a mis fabulosas ideas, el AMOR de Josefa).
Es un artículo sobre preguntas y respuestas acerca de la preparación de huesos de animales. Aquí hay toda una subdivisión para aquellos que son producto de accidentes en las carreteras. Creo que hay una subcultura de ello. “Casi cualquier ave grande, mamífero o reptil puede funcionar para ese proyecto” “Un esqueleto maduro funciona mejor para ello” “Los mamíferos marinos y las aves vienen con muchas regulaciones, que solo una agencia federal o un museo podría realizarlos” “Te puedes enfermar al hacer esto, por lo que es importante el uso de guantes” “Para limpiar el esqueleto es necesario consultar los manuales especializados en el tema” “La manera más fácil de blanquear los huesos es ponerlos un año bajo el sol” “Para blanquear los huesos artificialmente sumergirlos en 3% de peróxido de hidrógeno por tres días” “La manera más fácil de sacar los aceites del hueso es mantenerlos en una solución de 50% de amonio por una semana, después de esto pueden ser blanqueados.” “Un esqueleto puede tomar de 40 a 100 horas en articular.” Calculando el tamaño de Josefa con el de las tablas de precios, ella saldría en unos 100 dólares, 1,306 pesos en este momento. Esto no lo había visto, aquí habla sobre la articulación de seres humanos, dice que no es su especialidad, aun así proporciona datos. “Un catalizador especial es necesitado para hacerlo efectivamente” “Las articulaciones son tan blandas que requieren un proceso completamente diferente para el ensamblaje” Ya no escribe nada más al respecto. No suena tan complicado. ¿Voluntarios?